Page 310 - Panorama Audiovisual Iberoamericano 2020
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310 PANORAMA AUDIOVISUAL IBEROAMERICANO 2020
gobierno de Alejandro Toledo, el presupuesto destinado al cine volvió a ser de 1’000,000 de soles.
En los años 2004 y 2005, el presupuesto destinado al cine incluso decreció, llegó a ser de 927,200 y
915,930 soles, respectivamente. En el año 2006, nuevamente el presupuesto vuelve a aumentar y
llega a ser de 1’173,080. En el año 2007, ya en el segundo gobierno de Alan García, el presupuesto
nuevamente baja a los 800,000 soles.
Es recién en el año 2008, que el presupuesto asignado para el cine empieza a ir en aumento,
aunque aún con sus altas y bajas. Ese año el presupuesto asignado fue de 2’800,000 soles; al año
siguiente, en el 2009, el presupuesto aumentó y llegó a los 3’800,000 y, en el 2010, llegó a los 4’200,000.
En el 2011, el presupuesto asignado al cine siguió aumentando y llegó a los 5’200,000. Pero una vez
más, cuando se pensaba que ya había una continuidad y se podía mantener un presupuesto que
permitiera la producción de varios largometrajes al año financiados por el estado peruano, en el
año 2012 volvió a caer el presupuesto asignado al cine, que llegó solo a los 2’000,000. Esto ya se dio
en el gobierno de Ollanta Humala, época en la que se creó el Ministerio de Cultura y se generó en
este una Dirección del Audiovisual que podía velar directamente por el desarrollo del cine (DAFO).
(Hasta antes, existía el Consejo Nacional de Cinematografía-Conacine).
Es a raíz de la creación de este nuevo Ministerio y de la existencia de la DAFO que empezaron
a soplar mejores vientos para el cine peruano. En el 2013, el presupuesto llegó a los 5’369,000; en el
2014, a los 7’429,600 (que era el verdadero presupuesto establecido en la Ley 26370 y que nunca se
había hecho realmente efectivo); en el 2015, a los 7’630,400; en el 2016, a los 7’730,800 y, en el 2017,
a los 7’931,600, estos dos últimos años ya en el gobierno de Pedro Pablo Kuczynski.
Es en el 2018, que se suma al presupuesto que había por ley un presupuesto adicional establecido
por una “ley de presupuesto” y las ayudas de cine se duplican. Ese año, el presupuesto para el
cine peruano fue de 20’783,200 soles, lo que permitió no solo la producción de más largometrajes,
sino también la existencia de más ayudas a todo nivel, de formación, de post producción, de
cortometrajes, de desarrollo, de gestión cultural para el cine, entre otras. Gracias a esta “ley de
presupuesto” unida a la Ley 26370 con todas sus modificatorias, en el 2019 el presupuesto fue
de 21’403,200 y en el 2020, el presupuesto es de 21’586,000. Todo esto ya en el gobierno del actual
presidente Martín Vizcarra.
En este momento, estamos a la espera de la promulgación de una nueva ley de cine, que al
fin asegure un presupuesto definitivo para el cine que permita una continuidad en las ayudas
y estímulos, sin depender de los buenos ánimos del Ministerio de Economía, en manos del cual
está cada año el adicional de la “ley de presupuesto”, sin tener nunca la seguridad de recibirlo. La
nueva ley de cine no solo asegura este presupuesto, sino también contempla la posibilidad de que
la empresa privada participe en la financiación del cine peruano, a través de la obtención de crédito
fiscal, lo cual sería todo regulado por el Ministerio de Cultura.
Esta nueva ley de cine, al igual que las anteriores, tiene aún varios vacíos, ya que no contempla la
educación de cine, ni la existencia de una Cinemateca nacional, ni la existencia de una escuela de cine
pública, ni la protección del cine peruano cuando este llega a cartelera, entre otras necesidades que
son importantes para el desarrollo del cine en un país, pero al menos nos aseguraría un presupuesto
hasta antes volátil, lo cual sería un gran avance. Ninguna ley es perfecta y, de ser promulgada, se
espera que en el futuro, a través de diversas modificatorias, se pueda ir construyendo un país con
una cinematografía más protegida por el estado y con más unión con la educación. El cine, no nos
olvidemos, ayuda a la construcción de identidad y memoria de los pueblos, de ahí su necesidad e
importancia en la construcción de un país.