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ARTÍCULO 2: UN MAR DE HISTORIAS 41

excepto si ya ha cedido en otro contrato la facultad de transformar la obra a formato audiovisual,
en este punto es importante acotar que los derechos patrimoniales son independientes entre sí.

Esto quiere decir, por ejemplo, en un supuesto en el que el autor ya cedió derechos para adaptación
dramatizada en audio, como una radio-novela, y también tiene cedidos los derechos de publicación en
formato de libro, eso no compromete los derechos de adaptación para película, pero es fundamental
cerciorarnos de esto con el autor o titular de derechos, y que nos confirme que no ha firmado ningún
documento cediendo los derechos de adaptación audiovisual.

Cuando el autor ya falleció necesitamos encontrar a la persona a quien le haya heredado los
derechos de autor sobre su obra literaria, en caso de que esto no esté definido en su testamento, lo
aconsejable es buscar a sus descendientes o parientes más directos. En esta búsqueda de titulares
es de gran ayuda consultar a la sociedad de gestión colectiva de escritores del país de origen o en
que haya residido el autor.

Con la certeza de la titularidad podemos avanzar con la celebración del contrato, que generalmente
es en dos pasos:

1) Contrato de opción. En el cual se determina que el autor o titular nos otorga el derecho
exclusivo de desarrollar el proyecto de adaptación audiovisual durante un periodo de tiempo
determinado y por una remuneración económica fija. La vigencia, y por tanto la remuneración,
estará vinculada con el tiempo que precisamos para conseguir recursos económicos, equipo para
desarrollo de guion, locaciones, casting, apoyos institucionales, y en general todo lo necesario
para realizar el proyecto audiovisual. En este mismo contrato podemos pactar cuáles serían, en
caso de realizar el proyecto, las condiciones del contrato de cesión de derechos de adaptación.

2) Cesión o licencia de derechos de adaptación. Es el contrato en el que el autor o titular de
derechos nos cede formalmente los derechos para adaptar la obra en un formato audiovisual,
fijando una remuneración que puede ir desde un porcentaje del presupuesto de la producción,
hasta un porcentaje de la utilidad por la explotación comercial como ventas en la taquilla,
reproducciones, licencia de transmisión pública o cualquier otra forma de explotación económica
de la obra audiovisual. Asimismo, es indispensable pactar una vigencia suficiente para lograr
una adecuada explotación comercial de la obra audiovisual.

Finalmente, vale la pena comentar que en muchos casos es interesante considerar contratar la
asesoría creativa del autor para lograr preservar la esencia de la obra, esto no es obligatorio, pero
en muchos casos abona para mejores resultados en la adaptación.

La adaptación de obras literarias al mundo audiovisual es un proceso sencillo y muy poderoso;
pues en vez de navegar a la deriva probando suerte con diversas historias, apuntamos al éxito que
ya ha tenido previamente una obra escrita que ya se han ganado un público y un prestigio propio.
No se navega a la deriva en el mar de las historias, sino que se sigue el camino de las que han llegado
a buen puerto.

La complicidad entre la obra literaria y el mundo de las imágenes ha generado miles de historias
de éxito, y es por eso que día con día, las casas editoriales y las agencias literarias trabajan en facilitar
y promover estas adaptaciones, que sin duda son un impulso para la venta de los libros y para llegar
al público de las obras audiovisuales.

La aventura que emprenden juntas la palabra y la imagen puede convertirse en la mejor historia
de un guionista, un productor o un director. Para que el éxito sea rotundo y redondo, y tengamos
finales felices, es fundamental contar con la asesoría de un experto en adaptación de obra literaria
a proyecto audiovisual.

Buen Viaje.