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ARTÍCULO 7: APLICACIÓN DE LA INTELIGENCIA ARTIFICIAL A LA PROGRAMACIÓN DE CONTENIDOS AUDIOVISUALES 457
a la normativa aplicable en cada momento, en un país determinado (franjas horarias de protección
infantil, tiempo dedicado a la publicidad y promoción, etc.).
El tiempo medio de la ejecución más repetida, esto es, la parrilla de un mes para un canal con un
inventario disponible de más de 10.000 títulos es de 12 minutos. Esto significa que, en aproximadamente
12 minutos, el programador obtiene una versión completa disponible de una parrilla mensual de
su canal de televisión, con la previsión de audiencia que proporciona iCast, y el coste de la misma.
La fortaleza de esta herramienta consiste pues en que, en un tiempo mínimo, muy inferior al
que tradicionalmente invertía en ello, un programador puede contar con varias versiones de la
parrilla de programación de un canal en función del objetivo marcado. Y, evidentemente, a medida
que avance el tiempo, esos 12 minutos de referencia bajarán ostensiblemente debido al desarrollo y
mejora de las capacidades de computación en nube (cloud computing) y, muy importante, también
como consecuencia de la capacidad de machine learning de iCAST, es decir, la capacidad de aprender
por sí sola a través de los resultados obtenidos, aplicados y analizados a posteriori.
¿Implica esto que los canales de televisión pueden prescindir ya de los programadores? ¿Se
amortizarán tales puestos en las empresas audiovisuales en un futuro próximo? En ningún caso. O, al
menos, no todavía. Ciertas tareas repetitivas y que añaden poco valor, como el análisis del inventario
de programas para averiguar qué derechos hay disponibles o una primera propuesta de programación
del canal, podrán ser delegadas en sistemas de inteligencia artificial pero el programador tendrá que
decidir el tipo de parrilla que quiere diseñar, proporcionar a la herramienta las instrucciones (prompts)
correspondientes en función de las necesidades de cada momento, proponer ciclos sobre géneros,
directores o actores, revisar y modificar las parrillas generadas por la inteligencia artificial, visionar
contenido no estrenado, así como muchas otras tareas que conlleven una creatividad y originalidad
que, a día de hoy, no se pueden esperar obtener de la inteligencia artificial.
En un momento en el que la gran cantidad de contenido disponible en plataformas de streaming
conduce a la fatiga de elección del espectador, que invierte muchos minutos de su tiempo de ocio en
localizar el programa que le apetece ver navegando en todas sus suscripciones, las personas que en
la actualidad ocupan los puestos encargados de la programación de canales lineales podrán dedicar
el tiempo que le ahorren este tipo de sistemas para conocer mejor a ese espectador con todos los
datos y herramientas a su alcance y así poder ofrecerle una propuesta de contenido que se adapte a
sus preferencias en cuanto a lo que quiere ver, en el momento en que desea hacerlo, actuando como
prescriptor de contenidos.