Page 147 - Panorama Audiovisual Iberoamericano 2019
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EL CINE ECUATORIANO ENTRE LA AUTOCRITICA Y LA ESPERANZA


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                El director ecuatoriano de una de las películas más vistas el año 2018, a pesar de haber llevado
            miles de espectadores a las salas, no ha podido recuperar la inversión que hizo para su filme.
            Para producirla tuvo que vender su casa, pero la recaudación de taquilla recibida solo cubrió una
            parte de los costos. El cine –que tanto le apasiona- no le garantiza ingresos para subsistir, hasta el
            punto que emplea muchas horas del día, y a veces de la noche, para transportar pasajeros en el taxi
            que conduce. Quizás ese contacto directo con quienes pueden haber visto sus películas, le sirve
            para conocer historias humanas que, por ahora, solo le inspiran nuevos contenidos. Como él, otros
            realizadores ecuatorianos afrontan peripecias parecidas, que la gente del cine y las autoridades del
            sector tratan de explicar.

                Aunque el año anterior fueron a las salas aproximadamente dieciocho millones de espectadores ,
                                                                                                          1
            un 1% más que en el 2017, que pagaron en promedio cuatro dólares con cincuenta centavos por
            cada ticket, no mejoraron sustancialmente los ingresos de las productores locales, sin embargo de
            que hubo más estrenos nacionales que el año anterior (18 en total). El número de espectadores que
            miraron películas ecuatorianas creció en un 11%, es decir 10% más que el cine extranjero, pero el
            reparto de ingresos fue muy parecido al de antes. Y es que, al menos el 95% del cine que ven los
            ecuatorianos, es el que se produce en el mercado estadounidense.

                Ecuador, un país que dolarizó su economía desde el año 2000, tiene altos costos de producción
            en todo y el cine no es la excepción. Una película de presupuesto moderado, no deja de costar menos
            de 300 mil dólares y para recuperar esa inversión se requiere de al menos 150 mil espectadores en
            sala, pero eso –en las actuales circunstancias- no es posible, lo que obliga a pensar en otros mercados
            y en ingresos distintos a los de las salas.

                ¿Por qué siendo atractivo el mercado cinematográfico ecuatoriano, no aumenta significativamente el
            número de seguidores del cine nacional? ¿Qué influyó para que las películas ecuatorianas ya no lleven a la
            salas hasta ciento veinte mil espectadores, como ocurrió el año 2012?


            1  Registro  de distribuidores  de  cine  de  Ecuador,  procesado  por  el Departamento  Técnico del Instituto  de Cine y
            Creación Audiovisual (ICCA). Esa estadística no tiene en cuenta el número de personas que van a las salas comerciales
            independientes, con títulos distintos a los de las grandes cadenas.
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