Page 329 - Panorama Audiovisual Iberoamericano 2018
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EL NACIONALISMO CINEMATOGRÁFICO EN ECUADOR 329
la cultura anglo-céntrica y de ésta con las demás culturas del mundo; y con un cine para los niños
internautas del mundo entero, que usa los códigos “universales” de los nuevos lenguajes gráficos
y digitales que generan las aplicaciones para la conectividad global.
De manera contradictoria, este gusto por el cine global no corresponde al discurso nacionalista
que renació en algunas regiones del continente a comienzos del siglo XXI, especialmente en la
región andina –Ecuador incluido–. Este resurgimiento del nacionalismo tiene una base social que
todavía espera el cumplimiento tardío de la promesa de nación y desarrollo del capitalismo. Esto
explicaría que el imaginario de lo nacional todavía tenga un peso relevante y, sobre todo, conflictivo
en la cinematografía ecuatoriana y regional. El gusto por el cine global tampoco corresponde a las
demandas de la plurinacionalidad e interculturalidad, planteadas desde el protagonismo político
de los pueblos y nacionalidades a partir de 1990. Por el contrario, estas demandas corresponden al
fortalecimiento de sus nacientes cinematografías en el Ecuador y en la región.
En este contexto actual –nación y globalización–, a comienzos del siglo XXI, precisamente
cuando por primera vez el público ecuatoriano puede reconocer un conjunto significativo y
sostenido de películas realizadas en el país, que se estrenan año a año en circuitos convencionales y
“alternativos”, que hace pensar en la consolidación de una cinematografía ecuatoriana, de manera
contradictoria tiene sentido preguntarse si un cine nacional aún es posible –y necesario–.
En el proceso de conformación de lo que hoy se conoce como literatura ecuatoriana, ya fue
conflictivo y contradictorio el peso de los paradigmas éticos y estéticos que parecían consustanciales
a la lengua del colonizador, de uso obligado para quien se proponía escribir en un entorno cultural
y material –el del mundo andino– distante del hispano europeo. En el proceso de construcción del cine
ecuatoriano de hoy, la relación entre lenguaje y medio social aparece al menos tan compleja como aquella.
¿Cómo dar cuenta –y con qué recursos de lenguaje– de los nuevos paradigmas que atraviesan
a la sociedad, a la vez que satisfacer, conciliar o lidiar con el gusto de un público formado por
el cine global? ¿Qué clase de dudas y sospechas son las que marcan la relación actual entre los
públicos ecuatorianos y sus cinematografías? Son preguntas que la producción de cine ecuatoriana
está forzada a responder.