Page 21 - Panorama Audiovisual Iberoamericano 2020
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LAS NUEVAS FORMAS DE DEFRAUDACIÓN EN EL SECTOR AUDIOVISUAL.
                        FÓRMULAS PARA PALIAR SUS EFECTOS Y COMBATIR EL FRAUDE



                                                                                 Por Damián J. Fuentes Sánchez


























                Son múltiples las formas defraudatorias utilizadas para realizar la puesta a disposición,
            comunicación  pública  y  explotación  fraudulentas  de  obras  y grabaciones  audiovisuales con
            carácter global, llevado a cabo en las diferentes ventanas territoriales mundiales, con las que los
            defraudadores, persiguiendo la máxima de conseguir el máximo beneficio con la mínima inversión
            y esfuerzo han ido desarrollando fórmulas cada vez más perfeccionadas que les permita multiplicar
            sus ingresos generados con la comisión de estas actividades defraudatorias, minimizando su
            exposición y los riesgos que soportan.

                Tras esta premisa, y debido a la demanda del usuario infractor que desea acceso inmediato, para
            multidispositivos, y a ser posible en movilidad y sin definición previa de ubicación (no ligado a un terminal
            único de manera necesaria), los infractores han desarrollado nuevos modelos en los que se establecen
            estructuras definidas (tanto técnicas como físicas) que posibilitan el perfeccionamiento de la actividad
            defraudatoria con la que se perjudica gravemente a los Titulares de Derechos y a la propia Hacienda Pública.

                La evolución criminógena experimentada en esta materia a partir de la popularización y uso masivo
            de la red global de comunicaciones ha sido espectacular, pasando en pocos años de dinámicas de puesta a
            disposición de obras para descarga en redes ED2K mediante prácticas de P2P, a portales especializados en
            los que los infractores enlazaban copias no autorizadas que previamente habían sido subidas a servidores (a
            modo de contenedores con el repositorio de esas copias fraudulentas) para su acceso en streaming.

                Posteriormente, debido a la popularización de portales que ofertaban la posibilidad de acceso a señales
            audiovisuales de TV para el visionado fraudulento de eventos deportivos, aparecieron nuevos portales
            que comenzaron a compatibilizar el acceso on-line de manera no autorizada a los contenidos emitidos por
            determinadas operadoras de TV (produciendo retransmisiones no autorizadas de los incorporados en las parrillas
            de los mismos) junto con copias fraudulentas de obras audiovisuales para su puesta a disposición en V.O.D..

                Para el usuario de dicho contenido no era importante la calidad, sino el acceso inmediato y gratuito al
            contenido.

                Todo ello convivía con las distribuciones locales a través de cabeceras analógicas de TV mediante redes
            de cable o vídeos comunitarios, en los que desde una cabecera se distribuía a los “abonados” a la red,
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