Page 270 - Panorama Audiovisual Iberoamericano 2020
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tengo muy claro que, si lo hiciera, la mayoría de las pruebas tuvieron lugar cuando me enfrenté a la
‘cotidiana-y-aparentemente-fácil’ misión de coger un bus en esa zona del país.
El encuentro con el mentor
En el viaje del héroe, una de las etapas iniciales es el ‘encuentro con el mentor’, que inicia al
protagonista en este nuevo mundo, le prepara para lo que va a ocurrir y le ofrece herramientas y
amuletos de protección.
Precisamente el Máster de Producción Audiovisual que he cursado se fundamenta en contar
entre su profesorado con profesionales en activo, que son una especie de mentores exprés durante
sus clases, ya que explican su experiencia en el mundo audiovisual y ofrecen consejos y herramientas
para que los estudiantes nos enfrentemos a la realidad de la industria audiovisual. Esta figura
del “mentor” ha sido siempre clave en el mundo del audiovisual, y no solo en la disciplina de
la producción, sino en todas las áreas que la rodean. Normalmente, la figura se suele asociar a la
relación entre una persona joven y su jefe, pero creo que los profesionales que me han dado clase a
lo largo de este último año, han sido efectivamente mentores.
Pienso en todo lo que supone para cualquier estudiante la oportunidad de conocer a profesionales
del mundo de la producción, la distribución, la dirección y el guion, mentores que inspiran como
Montserrat Gil (Paramount España), José G. Jacoste (Productor Cinematográfico), Inés París
(directora y guionista), Peter Andermatt (Oficina MEDIA España), Pilar Cousido (UCM), Carlos
de Dorremochea (Director Artístico), Oscar Berrendo (EGEDA) o María del Puy (MALVALANDA),
por nombrar algunos.
Si preguntáramos a los productores del Hollywood clásico qué tipo de formación necesita un
productor o qué formación recibieron ellos, muchos nos dirían que fueron totalmente autodidactas
y que aprendieron en función de las necesidades de cada proyecto. Otros nos dirían que las cosas
simplemente se hicieron siempre así en el contexto de la industria y la producción de cine en cadena.
En cualquier caso, seguro que ni siquiera se plantearían la posibilidad de que pudiera existir una
formación académica superior en producción. Sin embargo, a lo largo de estos años, los productores
de cine han ido creando escuela, diseñando unas normas, un protocolo y unas tendencias únicas y
generalmente muy personales, pero extrapolables a otras personas, otros casos y otros productos
audiovisuales. Establecer una serie de pautas, transformarlas en conocimiento y compartirlas es
imprescindible para que la profesión crezca y se desarrolle.
El primer umbral
Hablando con Verónica Orueta, directora de producción durante más de 30 años en la productora
de cine publicitario Tesauro, fue cuando me di cuenta del cambio tecnológico que ha sufrido el
sector en muy pocos años. Me contó que antes las órdenes de rodaje se entregaban el mismo día
de rodaje en el set, que a veces le había tocado ir a buscar a actores que no se presentaban en
el rodaje y que evidentemente para llegar a su dirección había usado mapas físicos, y les había
llamado desde una cabina telefónica. Imaginaos la reacción de alguien que no ha usado una cabina
telefónica nunca y que solo ha utilizado mapas analógicos alguna vez haciendo turismo y en el
colegio haciendo alguna excursión.
Unos meses después de mi conversación con Verónica, uno de los ejercicios de la era analógica
que tuvimos que hacer en el Máster, fue realizar a la antigua usanza dos planes de rodaje en
una carpeta de producción. Al principio no entendí muy bien por qué realizar un plan de rodaje
introduciendo tiras físicamente dentro de una carpeta iba a ser útil, si actualmente se utilizan
programas (que a mi parecer ahorran tiempo) como Movie Magic o Shot Lister. Pero mientras lo
estaba haciendo, me di cuenta de que sí que era importante entender cómo se hacían los planes de
rodaje a mano y, que además, hacerlo así, como mínimo una vez en la vida, servía para comprender