Page 35 - Panorama Audiovisual Iberoamericano 2020
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CAMBIO EXISTENTE EN LA PRODUCCIÓN, QUE HA PASADO DE PRODUCIR PELÍCULAS 35
PARA CINE A SERIES PARA PLATAFORMAS DIGITALES
el número de films creció (aunque nunca fue significativo), esto no hubiera bastado por si solo para
formar la gente con la experiencia necesaria. Pero lo interesante de los materiales requeridos por las
nuevas plataformas de streaming es que en lo que refiere a su sistema de producción está mucho
más cerca del cine que de la televisión. La telenovela clásica o culebrón sigue siendo producida de
forma tradicional por las cadenas extranjeras (Uruguay jamás incursionó en este género), lo que
está fuera de esta discusión.
Volviendo al tema, incluso podríamos agregar que lo demandado por las nuevas series tiene
ingredientes del cine independiente, en el sentido de no necesariamente estar atado a las historias
basadas en tres actos (para poner un ejemplo de estructura), pero por otro lado en lo referido a su puesta
en escena, estilo y nivel visual se emparenta con el lenguaje moderno y dinámico de la publicidad, que
a su vez obtiene sus recursos del cine mainstream norteamericano y europeo. Y es que lo interesante
de la producción publicitaria es que obligó a todo un colectivo a ser capaces de replicar todo tipo de
estilos y géneros, lo que a su vez demandó la capacidad de incursionar bajo un alto nivel de calidad
en secuencias dinámicas de acción, en actualizarse en todo lo que respecta a efectos especiales y
postproducción digital. El caso de Fede Álvarez es algo que tarde o temprano se manifestaría. De
hecho, los productores norteamericanos jamás entendieron cómo se pudo haber filmado el famoso
corto “Ataque de Pánico” por unos pocos dólares. A lo que me refiero, es que la combinación de
elementos que han caracterizado a la industria audiovisual uruguaya es probablemente óptima para
hacer frente a las nuevas series demandadas por las plataformas. Y es que a nivel de producción
el cambio no es significativo si tomamos en cuenta las vicisitudes y particularidades que hemos
recorrido. Por otro lado, lo que si cambia radicalmente son las oportunidades que se abren.
Por primera vez en Uruguay la demanda de contenido está superando a la demanda publicitaria,
y las vías para producirlo se han ido flexibilizando probablemente debido a la cantidad requerida.
Para los cineastas uruguayos, el producir una nueva película es un proceso agotador. Y uno de
los grandes problemas ha sido siempre la distribución, ya que es muy difícil que ese aspecto este
mínimamente asegurado y de estarlo la posibilidad de tener éxito es muy baja. En última instancia,
el fin de hacer una película es transmitir algo y para que esto suceda es esencial que la obra sea
vista. Y aunque todos adoramos las salas y su mística de evento grupal, nada nos asegura que esto
vaya a suceder. Las plataformas tienen otras ventajas, para nada desdeñables, siendo una de ellas la
visibilidad masiva intrínseca. Y aquí es importante el hecho de que, aunque somos un país pequeño,
el uso compartido del español y el portugués, así como las costumbres comunes adquiridas desde la
colonización, facilitan los intercambios culturales transfronterizos a nivel continental. Hace pocos
años hubiera sido impensable el hecho de tener un mercado potencial de exportación del tamaño
de toda América Latina, España y Portugal.
Los premios Platino tienen su razón de ser, pero la exhibición en salas en varios países se plasma
solo en casos singulares. Para las plataformas, todo esto es posible para muchas más películas y no
estamos contando la posibilidad (y facilidad) de exportación hacia el resto del mundo. Pero lo más
interesante de lo que está sucediendo son las posibilidades que le brinda esta nueva dimensión
a una industria que parece estar configurada de forma ideal para que sea apoyada en todos los
aspectos por el gobierno de turno, sea de la tendencia que sea. Para un pequeño país, en vías de
desarrollo, cuya base es la agricultura, el hecho de contar con una industria creativa que ya cuenta
con muchos de los requisitos primordiales necesarios para tener éxito y que puede estar a punto de
entrar en una pujante y nueva era, es una enorme noticia.
En Uruguay es realmente difícil encontrar otra industria creativa que contribuya
significativamente a la generación de empleo joven y, mucho más difícil aún, encontrar una que
a diferencia de las industrias tradicionales favorezca la participación de la mujer. Por otra parte,
nuestra industria audiovisual está compuesta de una enorme cantidad de personas que trabajan
en muchos casos, en forma particular, dándole al sector un sesgo que lo ha hecho increíblemente
receptivo a la comunicación y al ágil debate de ideas, algo que contrasta profundamente con el
resto del empresariado. Pero sin duda algo a destacar sobre esta industria no es simplemente el
factor que aglomera una enorme cantidad de disciplinas y servicios. Todo lo que representa la
cultura y la creatividad es un catalizador para el desarrollo.