Page 286 - Panorama Audiovisual Iberoamericano 2021
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audiovisuales. Ya los estrenos de películas hechas para cine de sala simultáneos con la distribución
por internet no son noticia. Esto sin considerar el hecho de que los mismos consumidores son
productores de contenidos y de allí el éxito de plataformas como YouTube. Hoy en día incluso el
consumo de películas en teléfonos celulares no es nada inusual.
La era digital y la disponibilidad de contenidos digitalizados motivo la aparición de plataformas
de distribución que hoy día de aprovechan de estos factores. La distribución masiva directa a los
consumidores y la facilidad de consumo que dan los aparatos conectados dictan un volumen
significativo del negocio. Estas plataformas, a un costo mucho menor desde el punto de vista de
la distribución “tradicional” en términos de facilidades técnicas y con un alcance mayor, se han
convertido en un factor fundamental en la distribución internacional. Las economías de escala son
inmensas y la capacidad financiera también, unidos a un empuje por parte de estas plataformas de
buscar un posicionamiento único y diferenciarse de las competidoras. Hoy día muchos contenidos
de alto valor son producidos exclusivamente para distribución digital en primera ventana, incluso
con talento que anteriormente estaba dedicado exclusivamente a la pantalla grande y que en épocas
anteriores era “devaluado” con la televisión. Los jugadores tradicionales han comenzado a lanzar
sus propias plataformas digitales para mantenerse competitivos (Disney, HBO, ABC, Univision y
otros) y de tomar una parte de la distribución de Netflix, el creador de la categoría. El poder de
las plataformas digitales ha afectado significativamente a la industria y a las empresas de cable y
satélite, quienes han perdido suscritores de manera acelerada hacia las plataformas digitales. El
muy discutido “cord cutting” ha disminuido los ingresos de poderosos conglomerados e industrias
consideradas estables y sólidas hasta no hace mucho.
Es innegable el impacto de las plataformas digitales y el ambiente del consumo de contenidos
“On Demand”, que han afectado no solo la forma de consumo del contenido sino a también a la
televisión lineal tradicional, donde la audiencia está sujeta al criterio de programación y a horarios
que anteriormente dictaban la adquisición de contenidos.
Este fenómeno está en pleno desarrollo, con incluso la posibilidad cercana de distribución de
contenidos a través de las redes sociales y sus millones de miembros. Fenómenos como la pandemia
han profundizado estos movimientos.
Este es un aspecto que es crucial para los distribuidores de contenidos. El peso de las plataformas
digitales es un aspecto critico a considerar en el rol que juegan quienes permiten a los productores
concentrarse en lo que mejor hacen, mientras el distribuidor apoya en la rentabilización de los
proyectos con un conocimiento cada vez más sofisticado y especializado en lo que cada ventana
aporta a los resultados finales.
De la globalización.
Antes del impacto de la globalización, el entretenimiento tenía componentes culturales
más acentuados en términos geográficos. Las audiencias respondían idiosincráticamente a
los contenidos y estos se adaptaban a las particularidades locales y como máximo a factores
regionales. Los productores se ajustaban a estos parámetros y el único componente internacional
era el norteamericano, sobre todo por sus películas y series de televisión. El drama y la comedia,
sobre todo, estaban dictados por el componente local en gran parte, unidas a los noticieros y a los
eventos en vivo.
La globalización familiariza a las audiencias con contenidos diferentes y culturas con diferentes
estilos, con un lenguaje ya unificado en términos de la narrativa audiovisual y factible de “viajar”.
De esta manera, audiencias occidentales, por ejemplo, pudieron apreciar contenidos con otras
historias y en otros estilos, con valores de producción y elementos de edición universales, abriendo
mercados. Los dramas turcos, por ejemplo, irrumpieron mercados dominados por la telenovela al
estilo latinoamericano, (tal vez pioneras en la globalización de géneros). De pronto, las empresas
vieron mercados ampliados y esto, unido al poder de la digitalización expuesto anteriormente,
abrió oportunidades de negocios a todos los jugadores.