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DOCUMENTAL “VENEZUELA. CRÓNICAS DE UN GENOCIDIO” 211

y estudiosos de la realidad venezolana, documentaremos como fue planificada la toma y el
secuestro de una nación occidental, cristiana, democrática, próspera, en plena vía de desarrollo.
Estas intervenciones serán apoyadas con datos estadísticos, gráficos e imágenes de apoyo que
refuercen los testimonios.

Luego de una serie de artimañas se llega a la Constituyente de 1999 que permite la penetración y
la transformación de las instituciones para lograr el control del estado y sus cuantiosas riquezas,
cuya finalidad es la de apoderarse de un país estratégicamente ubicado y con las reservas de
petróleo más grandes del mundo entre otros grandes recursos naturales, un viejo proyecto que
nace desde los inicios de la revolución cubana, apoyado por la Rusia actual, China, Irán y varios
grupos terroristas Islámicos.

Venezuela, otrora una de las sociedades más dinámicas de América del Sur, con una pujante y
próspera población abierta al mundo, un país en desarrollo, receptor de inmigrantes de Europa,
el Medio Oriente, Asia y América Latina, una sociedad pre-industrializada, multicultural, donde
la mezcla de razas tiene los índices más altos del mundo, ha sido acechada por un discurso
violento, racista, clasista y lleno de odio propiciado por el propio gobierno para enfrentar a su
población, dividirla y generar el caos, mediante el enfrentamiento entre razas y clases, en vez
de unir, la política del estado es acabar con la población disidente, el genocidio y la diáspora.

Después de acabar con todo el parque industrial petrolero, las empresas básicas, las empresas
privadas, los medios de comunicación, la educación, la actividad agropecuaria, propiciar la
destrucción de la producción en general, forzar intencionalmente la diáspora de gran parte
de sus habitantes al exterior, generando el desplazamiento más impresionante del hemisferios
occidental, con la finalidad de mantener al país sumiso al régimen, según los mismos esquemas
instaurados en la extinta URSS, la actual Rusia, China y Cuba.

Se han destruido los pilares fundamentales de la sociedad democrática:

1.- El aparato productivo: empresarios, productores, obreros, técnicos, agricultores, etc.
2.- La clase media: médicos, ingenieros, profesores, comerciantes, artistas, periodistas,
empleados públicos, etc.
3.- La destrucción de clase política, la oposición. No existe en Venezuela.
4.- Destruyeron la moneda nacional, el Bolívar no tiene valor.

El régimen ha creado grupos paramilitares para enfrentar a sus opositores, ha empleado la
tortura, la violación y el encarcelamiento para generar el miedo entre la población. Además ha
utilizado el hambre como forma de control político: perversamente entrega comida y medicinas
a quien le es fiel y se la niega a la oposición, bajo un sistema denominado CLAP. El régimen
ha instaurado un apartheid contra los ciudadanos que no le son afectos, llegando a situaciones
comparables solo con el genocidio, ha armado gran parte de la población y desarmado a la
otra para que sea objeto de ataques: la seguridad del estado y la justicia no existe, hablamos de
más de 20.000 muertes anuales desde el año 2.000, lo que nos da una cifra aproximada de más
de 300.000 muertes en los últimos 15 anos. Esto sin contar los muertos por desnutrición, por
enfermedades y por falta de medicinas, innegablemente producto de una política de estado que
busca controlar por medio del empobrecimiento y dependencia de la población. Estos métodos
son solo comparables con las masacres realizadas en la URSS, Ucrania, China, Cuba y Camboya
el siglo pasado. Dentro de los lineamientos del PSUV se establece destruir al enemigo interno:
quienes no comulgan con el régimen. Se está modelando una sociedad totalitaria criminal,
que avanza en el genocidio de una nación para convertirla en una masa de seres paupérrimos
dependientes del estado a través de un sistema digital, de alta tecnología, llamado el Carnet
de la Patria, una formula moderna de control de los ciudadanos, estos mecanismos se están
desarrollando en China de una manera impresionante, el control de gastos en las tarjetas de
crédito donde se establecen castigos o premios según su uso, el control facial digital de los
habitantes en las actividades cotidianas son una muestra de ello.