Page 399 - Panorama Audiovisual Iberoamericano 2020
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PANORAMA Y DESAFIOS DE LA GESTIÓN COLECTIVA DEL PRODUCTOR
AUDIOVISUAL EN AMÉRICA LATINA
Por José Antonio Suárez
Raúl Vázquez
Gabriel Salcedo
1. Planteamiento. Tres grandes desafíos
La casi totalidad de las leyes de América Latina (en concordancia con el Convenio de Berna para
la Protección de Obras Literarias y Artísticas), reconocen a los productores audiovisuales derechos
exclusivos para autorizar (o no autorizar) la comunicación pública de las obras audiovisuales de su
titularidad o bajo su control y -en consecuencia- la facultad de percibir una retribución económica
por los hechos de comunicación pública autorizados. La comunicación pública más frecuentemente
realizada por los usuarios consiste ya sea en la puesta a disposición no interactiva de obras en lugares
abiertos al público (bares, restaurantes, gimnasios, hoteles, entre otros), ya sea en la retransmisión
simultánea e inalterada por empresas de distribución al público de señales (cable operadores,
operadores satelitales, operadores atmosféricos) de obras audiovisuales radiodifundidas. Esto
sucede básicamente cuando estas empresas de distribución de señales captan e inyectan dentro
de su parrilla, señales de televisión de libre disponibilidad (televisión abierta) dentro de cuya
programación hay obras audiovisuales.
Como quiera que los productores audiovisuales cuyos derechos son comunicados al público
se cuentan por miles y los usuarios que efectúan tales comunicaciones públicas por decenas de
miles, la única forma eficaz que hasta el presente se ha desarrollado para que oferta y demanda se
encuentren razonablemente, es la gestión colectiva. La gestión colectiva no es sino una herramienta
usualmente regulada por el Estado, por medio de la cual los titulares de derechos unifican su
representación, a fin de que una única entidad (la Entidad de Gestión Colectiva) ejerza fiduciariamente
sus derechos, otorgue las licencias a todos los que deseen usarlos, perciba las contraprestaciones
(también usualmente regladas por el Estado) y las distribuya entre todos los titulares, previa
deducción de los costos de administración del sistema.
Pues bien, el adecuado desarrollo del sistema de gestión colectiva de derechos de productores
audiovisuales enfrenta en América Latina una serie de desafíos que aquí pretendemos meramente
enunciar.
En primer lugar, nuestra idiosincrasia rehúye a la tan nórdica costumbre de cumplir la ley y
respetar los derechos ajenos voluntariamente o a primer requerimiento. Veamos; en gran cantidad