Page 319 - Panorama Audiovisual Iberoamericano 2023
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CASO PRÁCTICO: LA SAGA TADEO JONES 319
Las películas se pagan o bien con dinero o bien con sudor, pero nunca, NUNCA, son gratis. La
saga Tadeo Jones siempre ha ofrecido en pantalla un valor de producción muy alto para sus recursos.
Son películas muy medidas y llevadas al límite y el problema de cruzar esos límites es que algunas
veces se producen heridas no deseadas entre el equipo.
Tadeo Jones 2: El tesoro del rey Midas, tuvo una recaudación mundial de 35 millones de dólares,
también llego a China, pero esta vez en la televisión pública china.
En España superamos en más de medio millón de espectadores la primera parte, pero curiosamente
la taquilla fue ligeramente inferior, ya que en la primera nos beneficiábamos del auge del 3D y el
mayor precio medio de cada entrada, mientras que con esta nueva entrega pasaba justo lo contrario,
ya no había boom del 3D y debido a la caída de asistencia generalizada a salas se habían implantado
medidas de estímulo como la fiesta del cine. Iniciativa interesante para llevar gente al cine, pero no
para incrementar el precio medio de la entrada.
Elemento muy importante en la promoción de la película fue el tema musical interpretado
por David Bisbal. Es de perogrullo, pero en las películas de dibujos animados no puedes llevar al
protagonista a los programas de televisión, por lo que hay que buscar otro tipo de apoyos.
Los resultados de la película mostraban que habría un nuevo Tadeo Jones. Aunque la taquilla
global había caído respecto a la primera entrega y por ello PORT AVENTURA firmó compromiso
a largo plazo con Tadeo para tematizar una atracción en su parque temático y para crear un
espectáculo Ad-hoc.
Con TADEO 2 quisimos ir un paso más allá en lo que a merchandising se refiere y nos convertirnos
en fabricantes y distribuidores de algunos productos como por ejemplo peluches y altavoces bluetooth.
La conclusión del experimento fue zapatero a tus zapatos. Si usted no tiene en estos momentos un
peluche de Tadeo a su lado es porque se nos da mejor hacer películas que fabricar y comercializar
juguetes.
“TADEO JONES 3, LA TABLA ESMERALDA” (2022), inició su producción casi dos años después
del estreno de Tadeo Jones 2 y con un equipo creativo nuevo. Josep Gatell y Manuel Burque se ponían
al frente del guion y también eran nuevos muchos de nuestros supervisores, así como la forma en
la que íbamos a tener que trabajar. A los 8 meses de haber iniciado la producción, el Covid cambió
todas nuestras vidas. 30 personas nos fuimos a casa, a aprender cómo hacer eso del teletrabajo. Un
nuevo servidor acababa de llegar hacia solo 9 días pensando en hacer teletrabajo con 20 personas
que no parecían caber en la oficina. Al final fuimos 120 personas teletrabajando durante 2,5 años y
a fecha de hoy, todavía no hemos vuelto a la oficina.
Nuestra peli tuvo la fortuna de haber sido prácticamente diseñada en esos 8 meses de trabajo
presencial. El teletrabajo funciona bien para trabajos mecánicos y rutinarios, pero nunca va a poder
sustituir la energía de una buena sesión de brainstorming presencial. Como productor, echo de menos
el trabajo presencial, el contacto con el equipo y los “y si” que se producen alrededor de una mesa
redonda con una pizza o un café y encuentro que es una trampa china para los becarios que tienen
complicado acelerar su aprendizaje y, en general, para todo el mundo porque se deshumaniza el
trabajo y cuesta mantener los equipos cohesionados, ilusionados y sintiendo los colores en largos
periodos de tiempo. Sin embargo, no podemos llamarnos al engaño, el teletrabajo en la industria
de la animación y el VFX ha venido para quedarse. Se ofrece en todos los estudios del mundo y los
técnicos lo reclaman. Si no ofertas teletrabajo puedes perder mucho talento.
El problema de hacer películas es que una vez que se empiezan hay que acabarlas en plazo y
forma. Esto es lo que define a los equipos profesionales y los que nos los son tanto. Tadeo 3, fue
un buen reto. Además del teletrabajo tuvimos que enfrentarnos a periodos de espera de 4 meses
para recibir los ordenadores que compramos y los vaivenes emocionales que el confinamiento y el
teletrabajo causó en el equipo.